OBSOLESCENCIA PROGRAMADA Y SUS CONSECUENCIAS

OBSOLESCENCIA PROGRAMADA Y SUS CONSECUENCIAS
El concepto de obsolescencia programada es un término que siempre ha estado en la boca de los expertos,
y no tan expertos, al notar que una gran parte de los aparatos eléctricos o electrónicos que compramos dejan
de funcionar a los pocos años. Según un estudio de la Universidad de Berlín y el Öko-Institut, relativo a la
obsolescencia programada, estiman que los grandes electrodomésticos como las lavadoras, secadoras o
frigoríficos, se tiene que reemplazar a los cinco años desde su compra porque dan fallos técnicos.

Seguramente os ha pasado que habéis hecho un uso adecuado de un aparato eléctrico y un día no sabes
por qué ha dejado de funcionar, das mil vueltas a qué ha podido pasar pero no llegas a entenderlo. En este
caso tienes dos opciones, llevarlo a reparar o adquirir un aparato nuevo. Al final seguramente tendrás que
optar por la segunda opción, muy a tu pesar, porque casi siempre la opción de reparar es más cara que
comprar uno nuevo, este tema también es bastante peliagudo. Pero a lo que voy, ¿sabéis que este fallo se
debe lo más seguro a la obsolescencia programada?

¿Qué es la Obsolescencia Programada?
La obsolescencia programada consiste en planificar de una forma consciente el tiempo de vida útil de los
productos, el tiempo que tenía que durar un producto lo marcaba el fabricante. En los casos de los aparatos
electrónicos dicho tiempo está controlado por un chip con una información determinada para que deje de
funcionar cuando se den dichas condiciones. Un ejemplo son las impresoras,  estas las programan para que
dejasen de funcionar cuando hagan un cierto número de impresiones.

Os podéis imaginar, y seguramente lo habéis sufrido, que el tiempo de vida útil que ponen los fabricantes no
es muy largo haciendo que el cliente tenga que recurrir al servicio técnico o ir a comprar un aparato nuevo.

Al principio de la Revolución Industrial los fabricantes buscaban que sus productos fuesen de calidad y que
su marca se asociara a productos duraderos adquiriendo así un mayor prestigio. Fue la crisis económica de
1929 la que dio origen al término obsolescencia programada y a la Ley de Obsolescencia Programada,
dicha ley buscaba que todos los productos tuvieran fecha de caducidad consiguiendo así un mayor beneficio
para el fabricante al incentivar el consumo y un aumento en la creación de empleo.

Según los fabricantes el hecho de hacer un producto duradero no salía rentable porque no ingresaban dinero
hasta que este no se rompía y se podría dar el caso que esto no ocurriese nunca, un ejemplo es la bombilla
del Parque de Bomberos de Livermore (California) que lleva encendida desde 1901.

Consecuencias de la obsolescencia programada
Las consecuencias de la obsolescencia programada se deben considerar desde el punto de vista ambiental y
social.

Desde el punto de vista ambiental
Utilización de una gran cantidad de recursos naturales al tener que estar constantemente produciendo artículos.
En este caso hay que considerar que algunos de los recursos naturales que se utilizar para la fabricación de
algunos productos son muy escasos, un ejemplo es el coltán.
Acumulación de residuos. Todos los aparatos que ya no se van a utilizar se desechan y una mala gestión puede
hacer que terminen en vertederos ilegales. Al tener elementos que pueden contaminar el suelo o el agua es
importante que se gestionen correctamente y que se alargue la vida útil de los aparatos electrónicos para así
disminuir el número de residuos que se generan.

Desde el punto de vista social
Fomenta el consumo. Si ya de por sí nos animan a consumir constantemente el hecho de que algunos productos
tengan fecha de caducidad fomenta aún más dicho consumo.
Conflictos geopolíticos. Algunos de los materiales que se utilizan en la fabricación de ciertos aparatos electrónicos
son tan escasos y valiosos que se están dando serios conflictos geopolíticos por su explotación, es el caso del coltán.
Países subdesarrollados terminan siendo los vertederos de los países desarrollados. Un ejemplo es el país africano
Ghana que reciben constantemente contenedores llenos de residuos electrónicos que los países desarrollados
envían como productos de segunda mano cuando la gran mayoría no funciona. Se puede ver como una oportunidad
para los habitantes de Ghana al poder repararlos y venderlos pero lo cierto es que la gran mayoría no sirven para
nada y terminan ocupando un espacio que pertenece a sus habitantes.

Aunque a lo largo de todo el texto me he referido a la obsolescencia programada de aparatos electrónicos dicha
obsolescencia la podemos llegar a ver en cualquier producto, la obsolescencia programada no solo refleja el hecho
que dichos aparatos tengan un chip con cierta información para que dejen de funcionar en un determinado momento,
sino también refleja la calidad de los productos, como es lógico a menor calidad menor duración y por lo tanto más
rápido hay que sustituirlo.

La obsolescencia programada,  está presente en muchos de los productos que manejamos a diario, aunque hay
veces que por el hecho de tener un consumo constante y querer tener lo último en tecnología no lo usamos el
tiempo suficiente para que salte dicha obsolescencia programada.

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